Empresas GASCO

Entrevista al Vicepresidente de Empresas GASCO SA, Gerardo Cood en E&N  El Mercurio

«De aprobarse este proyecto, retrocederíamos más de 20 años en el mercado del gas licuado»

Gerardo Cood, vicepresidente ejecutivo de Empresas Gasco.
Con preocupación ven en Empresas Gasco el proyecto de ley presentado esta semana por el Gobierno, con el que busca adoptar las recomendaciones de la Fiscalía Nacional Económica para el mercado del gas de cilindro, y que considera, dentro de sus ejes, la desintegración de la industria del Gas Licuado de Petróleo (GLP).

El vicepresidente ejecutivo de la compañía, Gerardo Cood, adelanta las primeras apreciaciones de la industria tras conocerse el mensaje presidencial, y advierte de las consecuencias que la iniciativa podría tener de ser aprobada en el Parlamento. «Estamos sumamente preocupados; en términos generales, vemos que de aprobarse este proyecto, retrocederíamos más de 20 años en el mercado del GLP, cuando existía un mercado que era multimarca. Por otro lado, se está afectando, y eso es probablemente lo más preocupante, la seguridad, al existir una responsabilidad sobre el cilindro completamente distinta. Creemos, y lo decimos con bastantes antecedentes, que es altamente probable que aumente el precio, ni siquiera que disminuya ni que se mantenga, que aumente el precio.

Hoy existen cerca de tres mil minoritarios, y los muy chicos van a desaparecer; entonces, vemos que evidentemente se está repitiendo un posible Transantiago, o un piloto de Enap», advierte Cood. –¿ Por qué creen que se llega a esta situación con este proyecto presentado por el Ejecutivo? «Pensamos que nunca se entendió realmente el rol de la pyme que está detrás de los distribuidores minoritarios. Es un rol complejo, que cuando tú desagregas la cadena, le estás dejando una serie de responsabilidades que no es capaz de asumir.

La mayoría de estos distribuidores es seguramente una casa, muchos de ellos viven con su familia, tienen un camioncito, quizás dos, algunos llegan a tres, contesta el teléfono la señora, la hija le lleva el Excel, una pyme bien artesanal. ¿Cómo funciona esa pyme? Con el apoyo, no solamente de Gasco, que le damos de partida una posibilidad de acceder a un camión, a alguien que no es sujeto de crédito, le damos un soporte operacional, márketing, ropa, le habilitamos en muchos casos un local.

Lo pintamos para que se vea acorde a lo que es la imagen de marca que uno quiere proyectar, porque acá no estamos vendiendo agua, los cilindros tienen un hidrocarburo sumamente peligroso, por lo tanto hay que tener muchísimo cuidado». –Cuando hablan de retroceso en este mercado, ¿pasa principalmente por el término de los contratos de exclusividad con distribuidores minoristas? «Cuando era multimarca, olvídate de la irregularidad, los camiones, era cualquier cosa, se hacían trasvasijes, no había responsabilidad clara, que es el gran problema. Entonces, había distribuidores que tomaban un cilindro 45 kilos –y salió en un programa de televisión–, y le sacaba diez kilos.
Toda esa irregularidad existía y fuimos nosotros tratando, como éramos responsables finalmente, de poder colocar un contrato de exclusividad para poder tener un vínculo y ayudarlos. «Ahí pasamos a este modelo que hoy día existe, que son contratos exclusivos, pero es un contrato bien particular, que si a alguien no le gusta estar con Gasco, se demora 45 días y se acaba, y ahí puede optar para estar con otra empresa o ser multimarca». –¿ En qué pie queda la seguridad de los cilindros con lo estipulado en el proyecto de ley? «Hoy la garantía te la da la marca.

Imagínate tú que vayas a comprar gas de cualquier color y te aparece un camión de don José, por muy buen gallo que sea, ¿quién te da la garantía de seguridad que efectivamente es un gas que tú andas buscando, que tiene las condiciones de propano o mezcla con butano, dependiendo de qué cilindro es, y que fue revisado?. «La marca es la garantía, la responsabilidad hoy día es nuestra hasta que se entrega el cilindro; con el proyecto, la responsabilidad en que yo puedo hacerme es solamente hasta que llene el cilindro.

Existe incluso la posibilidad, la alternativa, del open access, que alguien pueda ir y llevarle un cilindro para que se llene, imagínate, en términos de seguridad nos vamos, pero no a 20, a 40 años para atrás». –¿ Cómo se están preparando como empresa para enfrentar este proceso legislativo? «Yo creo que no es prepararse, lo que estamos haciendo es poder transmitir de una manera más clara a las comisiones de Energía, Economía, a los parlamentarios, cuál es la visión de una empresa que lleva más de 150 años en este mercado, en donde no se nos ha incorporado como creemos para que se entienda. «Ahora, ¿esto pone en tela de juicio el futuro de Gasco? No, es volver en el tiempo, lamentablemente; el perjudicado acá es el cliente final.

Incluso más, el área de envasado, que probablemente para nosotros es un 18% del Ebitda, también va a seguir operando bien, no tenemos ningún problema, seguimos vendiendo y los márgenes son los mismos en un mercado competitivo.
Pero el perjudicado es el minorista, y los clientes». –¿ Existe un margen que la empresa dejará de percibir al no poder participar en el mercado minorista? «Nosotros llegamos con un margen que se puede sacar rápidamente y fácil la información.
Según el gráfico de la Comisión Nacional de Energía, la compra de GLP es 50% y eso lo hemos dicho siempre, el 50% es el precio que tiene la tonelada de Mont Belviu en el mercado internacional. Después tenemos un IVA y también hay todo un tema de mantención de cilindros, de la planta, la inversión que hicimos en cilindros, que cada cilindro cuesta más o menos 60 dólares, etcétera.

Y sobre eso, la misma CNE dice que la utilidad antes de impuestos es de un 7,6%. Entonces, hasta ahí yo sigo haciendo lo mismo, el resto de los elementos son costos y márgenes del minorista, y eso no se vería afectado. «Nosotros vendemos muy poco directo, alguien podría pensar que como estamos integrados son puntos propios y que el margen ahí va a dejar de existir. No, el 95% de nuestras ventas es con distribuidores.
Nuestro rol no es ese, es apoyar a distribuidores minoristas que tienen escasa educación, muy pocos recursos, y hay que apoyarlos». –¿ Ven un impacto por los activos inmobiliarios que tiene la compañía destinados a estos distribuidores minoritarios? «Ese es un tema también muy complicado. Nosotros tenemos del orden de más de 100 locales, algunos propios y otros arrendados, que los entregamos a los minoristas. Eso sería súper complejo por las características de ese minorista y en cómo sigue desarrollando su negocio. Lo segundo está asociado a la cobertura geográfica que nosotros aseguramos con estos locales, tenemos en algunos lugares impensados. En la Región de Aysén, tenemos en Antofagasta.

Con este proyecto no me voy a hacer cargo del problema del servicio, y eso es lo que tiene de complicado esta nueva regulación, que no se está fijando en qué es lo que realmente necesita el consumidor, que una cosa es precio, pero lo que más demanda este producto es servicio». Entrevista con el vicepresidente ejecutivo de Empresas Gasco, Gerardo Cood: «De aprobarse este proyecto, retrocederíamos más de 20 años en el mercado del gas licuado» TOMÁS VERGARA P.

Uno de los principales actores del sector descarta que la iniciativa presentada por el Gobierno esta semana pueda hacer caer los precios, y advierte por impactos en seguridad. n Empresas apuntan a riesgos que implica la desintegración Tras conocerse la iniciativa, desde Abastible también hicieron ver su preocupación.
Lamentaron que en el proyecto, el modelo de operación que se ha construido, con miles de pymes distribuidoras a lo largo del país, «y que ha demostrado entregar cobertura con un servicio de calidad con énfasis en la seguridad, no haya sido valorado». Aseguraron que la desintegración pone en peligro la subsistencia de miles de estas empresas, y que «afecta la libertad y el derecho de los distribuidores», expresaron.

En tanto, desde Lipigas hicieron un llamado a tener en cuenta la experiencia internacional. «En 2016 en Brasil intentaron aplicar las mismas medidas que propone el proyecto: se prohibió la distribución directa a las empresas de gas para aumentar la competencia y bajar los precios. La medida fracasó y tres años más tarde derogaron la ley. Así, volvieron a permitir que las empresas de gas participaran en la distribución directa junto a los distribuidores minoristas.

En México ocurrió un caso similar con los mismos resultados, donde, además, se generaron problemas de seguridad, lo que puso en riesgo a las personas», advirtieron. « Creemos, y lo decimos con bastantes antecedentes, que es altamente probable que aumente el precio, ni siquiera que disminuya ni que se mantenga, que aumente el precio». « No se entendió realmente el rol de la pyme que está detrás de los distribuidores minoritarios.
Es un rol complejo, que cuando tú desagregas la cadena, le estás dejando una serie de responsabilidades que no es capaz de asumir». «De aprobarse este proyecto, retrocederíamos más de 20 años en el mercado del gas licuado».